Al cambiar la bañera por una ducha, es crucial considerar varios aspectos. Primero, las dimensiones del espacio para elegir un plato de ducha que se adapte sin sobrecargar el baño. Segundo, la ubicación de las tomas de agua y el desagüe, ya que puede ser necesario adaptarlos. Tercero, el tipo de plato de ducha y la mampara para asegurar funcionalidad, seguridad y estética. También es importante pensar en el alicatado o revestimiento para que la zona de la ducha se integre armónicamente con el resto del baño, y, por supuesto, el presupuesto disponible.